LA INSTRUCCIÓN ES PARA EL LIBRE MERCADO, LA EDUCACIÓN ES PARA LA VIDA

 




José Macario López Balderas


RESUMEN 

Los agentes educativos inmersos en la dinámica escolar son arrastrados en torrentes casuísticos deliberadamente pensados y planeados por el pensamiento económico e incentivado a través de “sugerencias” de mercadotecnia y de una demagogia política, propias de las prácticas del mercado, hacia un sistema instruccional operario y una indiferenciada actitud hacía todo lo que sea dinero o poder. De tal forma que el pensamiento cotidiano se ve inserto en las estructuras del pensamiento instruccional y ajeno a todo proceso de formación integral educativa. Esta confrontación entre educación e instrucción genera contradicciones conceptuales y procedimentales en el quehacer educativo.

En este ensayo se analizan estos dos conceptos que son muy comunes en la práctica docente, educación e instrucción; ya que determinan, en el proceso enseñanza-aprendizaje, un condicionamiento subyugado a un sistema de producción acelerada. Éste proceso, como bien se determinará, condicionada por la dinámica de mercado, establece formas estructurales del sistema educativo que se ven implementadas a través de políticas educativas. Por lo que al analizar el impacto en las relaciones psicopedagógicas y didácticas de la práctica docente, se evidencia lo que algunos investigadores han tipificado como "rendimiento económico", consolidado en la llamada Teoría del Capital Humano (Becker, 1962). Así, el concepto de educación se relega a un segundo plano de manera inconsciente y se consolida la Teoría Instruccional (Reigeluth, 2012), basada en el cooperativismo empático y en el procedimentalismo instrumental del sistema productivo.

De tal forma, que se busca entender el sentido del concepto de educación, como proceso que forma aptitudes encaminadas para el desarrollo de habilidades epistémicas, constituyendo una diferencia con la instrucción, la cual busca generar procesos con características psicomotrices, operacionales y procedimentales, encaminados hacia el libre mercado, para así darle al profesor una guía y diferenciar con ello productos y procesos en el quehacer docente. 

INTRODUCCIÓN 

En la actualidad, el concepto de educación implica tener consciencia de lo que actualmente vivimos, ser conscientes de los grandes cambios sociales, tener consciencia de que estamos insertos en una revolución científica, tecnológica y cultural, donde vemos con arrobo e incertidumbre un mundo en permanente cambio con transformaciones sociales y culturales de gran impacto en todos los ámbitos de la vida social. Con desconcierto hemos observado cómo los procesos dinámicos de vida en los escenarios internacionales van de la mano con el desequilibrio de la economía financiera y la movilidad de capitales, vemos con incertidumbre como las estrategias comerciales geoeconómicas o geopolíticas van en continua expansión, en un ir y venir en el mercado bursátil de acuerdo a las necesidades de la libre empresa, del libre mercado y de la división internacional del trabajo, basados en la oferta y la demanda del mismo, en una lógica de capital cuyas reglas siempre van en conformidad del interés comercial de las grandes transnacionales; y al vaivén de éstos beneficios económicos, en una plusvalía intrínseca deviene una sobre explotación económica que reflejan grandes diferencias sociales y una falta de distribución proporcional de la riqueza económica entre los habitantes de una nación.

Frente a ésta dinámica, dejamos constantemente que los procesos de vida laboral determinen nuestro hacer y nuestro pensar, y ocasionalmente, sino que en todo momento, perdemos la brújula de nuestro andar siendo esclavos del tiempo y de la llamada productividad donde el tiempo se convierte en uno de nuestros mejores aliados porque a través de la perseverancia encontramos grandes satisfacciones personales y profesionales a lo largo de nuestra vida, pero también es uno de nuestros peores enemigos, ya que ajustamos nuestros procesos de vida a una entidad abstracta que no nos permite detenernos a reflexionar nuestro diario acontecer, a darse un espacio para el cultivo de valores tan importantes como el amor, valor cuyo impacto va más allá del trato a nuestro seres queridos, se expande hasta los límites de nuestros espacios laborales y profesionales insertos en una dinámica de fluidez constante en situaciones poco gentiles y cubiertos de incertidumbres sobre el futuro.

Así la globalización económica ha marcado pautas de alta productividad que va aparejada de elementos de cambio en continuas reformas económicas, políticas, sociales y culturales, que no son menos consideradas las nuevas expectativas productivas bajo las cuales se ha supeditado la cultura general. El estilo de vida de un individuo ha sido determinado por el estilo de vida de su sistema productivo donde la prioridad de las políticas económicas va más allá de las relaciones laborales y familiares; y la complejidad del mundo moderno, ha requerido de compromisos y actitudes acordes a las condiciones imperantes de dicho sistema, por ello es menester observar cómo las nuevas formas de organización social y de distribución de la riqueza han traído como consecuencia graves problemas de desestabilización económica, de crisis sociales y un nivel muy amplio de marginación humana social, política, económica y cultural.

Éste es uno de los aspectos que más interesa analizar, ya que dependiendo del nivel de conciencia que un individuo tenga de su entorno y del sistema en el cual está viviendo dependerá su capacidad para transformarlo y hacer de éste un lugar donde se sienta digno de habitar, de los contrario, siempre encontraremos seres humanos desprovistos de ese sentido y sobre todo con grandes sentimientos de frustración, rabia, descontento o cualquier otro sentimiento adverso al mismo. Y todo este conjunto de sentimientos adversos son devenidos tácitamente por la cultura educativa.

Más aún, recordando a Lukács (1970), nos aislamos como individuos dentro de un sistema de producción sin tener conciencia del lugar que ocupamos en un sistema de producción de libre mercado. Sin embargo, ha sido un proceso, a través de la historia, demasiado complejo en su práctica social ya que nuestra población a pesar de la pobreza laboral y económica que tenga, no adquiere consciencia de éste hecho y  para tener conciencia de ello es necesario entender cómo se fueron sistematizando estos procesos de trasmisión de experiencias y conocimientos conforme a las necesidades de producción de una sistema social como el nuestro. ¿En qué momento se institucionalizó y como la educación se convirtió en un ejercicio de política de masas devenido en sí mismo como un proceso instruccional operario, propio de un sistema de capital, que produce productos y desprecia los procesos de construcción del conocimiento?

De acuerdo a ésta Lógica de Capital las diferentes formas en que se deben transmitir los conocimientos de generación en generación y las representaciones económicas en que se deben recrear dichos procesos es precisamente forjando expectativas de alto rendimiento y de formación de mano de obra conforme a ciertos métodos y técnicas eficaces para la productividad y en eso consisten los cambios de integración y adaptación al sistema de producción global, aunado a este desarrollo económico; sin embargo, erróneamente se ha perfilado a la educación como una necesidad de egresar profesionistas y estudiantes con altas expectativas de rendimiento económico, donde estén basados sus competencias, en procesos instruccionales técnico-procedimentales, que aunado al fortalecimiento de las llamadas habilidades cognitivas, (lingüísticas, lógico-matemáticas, destrezas práctico-experimentales, pensamiento completo, etc), logre implementar medidas disciplinarias que ayuden a fomentar y fortalecer procesos integrales de producción acelerada y favorezcan sólo en último término, las expectativas científicas, humanísticas y filosóficas. Tal percepción es un error.

Este proceso triádico epistémico del sistema de instrucción capitalista tecnología-ciencia-humanidad es lo que se ha fijado como desarrollo integral armónico natural y que algunos empresarios e intelectuales han denominado como “sustentabilidad económica en armonía con la naturaleza” (Wikipedia, 2020). Procesos como el desarrollo sustentable de rentabilidad económica o de la teoría del capital humano que Gary Becker aprecio, basado en la teoría de competencias y en el desarrollo de políticas de cambio, o lo que en su momento Edgar Morín (1999) retomó en la Unesco, para convertirse en recomendaciones que se volvieron políticas educativas en cada uno de los países integrantes, incluyendo el nuestro, que por inercia social es a lo que denominamos Educación.

Es este proceso por el cual surge esta disertación, reflexión en torno a las medidas operativas del cómo se busca insertar las políticas educativas y las “reformas educativas”, acepciones doctrinales que son eminentemente atemporales, pues a lo largo de la historia han existido diferentes cambios estructurales a la sistematización descentralizada de lo que conocemos como Educación y al cual asociamos como proceso de construcción doctrinaria que se adecúa a las condiciones estructurales de la economía de mercado o de la política de masas instaurada en ese momento. De una u otra forma, son métodos de adaptación de contenidos curriculares a procesos de producción acelerada, y devienen con una estructura lógica de pensamiento enriquecida con su jerga y construcción lingüística propio de la intencionalidad ideológica bajo la cual emerge.

DESARROLLO

 

Es difícil entender todo lo que pasa en nuestro alrededor, casi no percibimos los cambios que día a día transcurren en nuestra vida, pareciera que en un abrir y cerrar de ojos inmediatamente cambiará nuestra realidad y las formas de convivencia social que por lo regular permanecen impávidas en nuestras rutinas y las aceptamos con simples expresiones de: “así es la vida” o “Dios así lo quiso”… En realidad, pocas veces nos detenemos a pensar, a cuestionar porqué es así y no de otra forma y sin en dado caso lo hacemos alguien se encarga de adaptarnos, de hacernos entender que la vida es así y hay que continuar con lo que Dios tuvo a bien designarme o con lo que nos tocó vivir. Precisamente, aquí es donde empieza ésta reflexión. ¿Por qué somos lo que somos y no otras personas? ¿Por qué vivimos cómo vivimos y no de otra forma? ¿Realmente somos, cómo somos por encima de lo queremos ser? ¿Qué queremos ser? ¿Tenemos la libertad de ser? ¿Tenemos el placer de ser lo que queremos ser? ¿Existe una línea invisible que determina lo que yo quiero en la vida? ¿Qué orienta nuestras acciones? Tenemos la facultad de pensar… ¿También la de decidir? ¿Qué significa institucionalizarse? ¿En la libertad de vivir como uno quiere o en la libertad de elegir? ¿En un sistema de capital tienes la libertad de elegir tus cadenas que son acordes a las formas institucionales a la que decides pertenecer? ¿Cómo llegamos a ser lo que hoy somos? ¿Cómo nos liberamos de lo que no queremos ser?

En el documental Japón punto y aparte (Barbero, 2013) se analizaba la capacidad que adquirieron los japoneses para ser una de las culturas más exigentes, puntuales, organizadas, perfeccionistas, humanas y disciplinadas del mundo, aunque no necesariamente una de las más inteligentes, sin embargo eran dueños de una gran cantidad de empresas de alta productividad en el mercado mundial. Tal exposición en efecto es cierto, hoy en día sabemos que después de la segunda guerra mundial, Japón, que fue un país destruido por dos grandes bombas atómicas y devastado en su economía y bienestar social, hoy es una potencia económica mundial. ¿Cuál es la diferencia entonces con México y los países de Latinoamérica? ¿Es la educación lo que nos hace diferentes como bien nos han expresado en infinidad de ocasiones? ¿Es la actitud pusilánime vs actitud proactiva la principal diferencia que determina las condiciones en las que estamos como país tercermundista? ¿Por qué no somos los mejores en los sistemas de productividad acelerada? ¿Qué nos impide ser los primeros del mundo en las artes, los deportes, las ciencias, los avances tecnológicos, las investigaciones, etcétera? ¿Qué nos impide ser un país con valores intrínsecos sustentados en el bienestar colectivo e individual? ¿Qué nos impide ser un país con una distribución social de la riqueza en equilibrio con las necesidades sociales y económicas del campo y la ciudad? ¿Qué nos impide ser una nación trabajadora, emprendedora, humana, comprometida, consciente de su realidad, perseverante, disciplinada, etcétera? ¿Qué nos impide ser un país diferente al México donde la violencia, la muerte, la flojera, la soberbia, el engaño, la bribonería, la corrupción, la burocracia, el robo, la demagogia, la ignorancia y tantos otros antivalores sociales nos denotan e identifican como nación de tercer mundo? ¿Qué nos impide ser un país donde el progreso social sea la prioridad de un gobierno que gobierne con una filosofía basada en el porvenir humano, donde la educación, la salud, la vivienda y el trabajo sean verdaderos baluartes de un servicio de atención a la dignidad humana? ¿Qué nos impide amar la vocación que hemos escogido como profesión y que nuestro quehacer sea un espacio de creatividad, entrega, responsabilidad, colaboración, incentivación, libertad, integridad, etcétera?

Parece ser que en efecto, gran parte de la responsabilidad de ser lo que somos como nación es precisamente la actitud que tenemos frente a la vida. ¿Tenemos una actitud derrotista, trágica, pusilánime, lastimera, desorganizada, bullanguera, indisciplinada, altanera, egoísta, antisocial, arrogante, orgullosa, contestataria, perezosa, soberbia, violenta, soñadora, etcétera, etcétera? ¡Pero!… Suponiendo que así sea. ¿Por qué somos como somos? ¿Qué determina ésta actitud en el mexicano del siglo XXI?

De esta forma el concepto de Educación, determina ese espacio intersubjetivo donde la actitud de los seres humanos es determinada por la estructura lógica de pensamiento (López, 2017). Y aunque muchos expresamos que existe una “pérdida de valores” o una “crisis educativa”, lo único que denota esa expresión es que se reflejan serios problemas sociales, económicos y culturales, situación social que durante la historia de la humanidad, se ha evidenciado, que siempre ha existido dicha preocupación filosófica y que incluso, muchos de los que llamamos vox pópuli se han dignado a discutir y a disertar dicho tema y otros tantos, incluso han reconsiderado la posibilidad de reinventar el llamado proceso educativo con otros métodos distintos a los que hasta este momento se hayan considerado. La gran mayoría de esas interpretaciones se han convertido en políticas educativas con sus respectivas reformas intrínsecas. Sin embargo, las consecuencias del mismo, se ven evidenciados ante una realidad aplastante que nos denota una nula construcción del pensamiento humanista y científico tanto en los responsables de la construcción del conocimiento y de los profesionistas que actualmente deambulan en las instituciones escolares o en puestos que nunca han entendido y que nunca entenderán por su inefable ignorancia y por la falta de amor en el ejercicio de su disciplina y cuya herencia es consecuente con ésta cultura instruccional operativa.

Es decir, las construcciones que hasta el momento se han tenido en la práctica educativa, es la herencia sociocultural que determina, por consecuencia, el quehacer docente. Estos factores y otros que están implícitos, a mi juicio, son parte del problema, existen otros, que obstaculizan la construcción del pensamiento científico, inhibiendo la capacidad de asombro y la inquietud por el conocimiento, el desarrollo de la sensibilidad emocional, la percepción estética, la apreciación en las artes, la estimulación deportiva, el desarrollo psicomotriz de los estudiantes en general, entre otros procesos implícitos, etcétera.

Sin embargo, a pesar de que es evidente dichas diferencias, no alcanzamos a distinguirlas, es notable que cuando hablamos de educación, hablamos de una cultura que envuelve al ser humano, como si tuviese una armadura que los protegiera; sin embargo, la instrucción permea ese conjunto de destrezas psicomotrices y habilidades cognitivas que hacen que desarrollen capacidades. El no tener claro la intención o propósito de la educación y de la instrucción es un error pedagógico y filosófico. Ya que no permite tener claro el quehacer educativo. Estos supuestos que ha continuación describo de manera breve, el cual solo es un resumen de mi libro Desafíos de la Práctica Docente en la Postmodernidad: Educación Media Básica, Praxis Educativa y Cosificación en las Relaciones Pedagógicas, denotan un conjunto de situaciones que no permiten tener claro de idea de la instrucción y de la educación. Los enlisto a continuación:

1. Existe un pragmatismo procedimentalista del Sistema de Instrucción Pública en México cuya descentralización curricular siempre han estado en función de los estándares productivos de la lógica de capital sustentando y reconceptualizado en base a una relación de enseñanza-aprendizaje basada en una “cosificación de las relaciones pedagógicas”, propio de un sistema de producción postmoderno seriado, donde se da más valor al producto que al proceso mismo. De tal forma que existe la intención de culminar un manual por encima del entendimiento del mismo, dándole prioridad al objeto y no al sujeto. Instrucción por encima de la Educación.

2.  Existe un proceso de alienación ideológica basado en la unidimensionalidad (Marcuse, 1987) del pensamiento posmoderno donde las diversas formas de relación social, los roles del poder y la construcción idiosincrásica de los individuos en un contexto sociocultural quedan nulificados por un poder omnipotente llamado “Institución” o “Estado” creando un pensamiento esquemático, lineal y fundamentalista sustentados en una descentralización de contenidos curriculares del llamado Sistema de Instrucción Pública, creando obreros de la educación cuya labor operaria está supeditada a manuales que denominamos libros de textos y cuya tarea fundamental es cumplir con el llenado respectivo. Además de considerar dichos procesos como doctrinarios ya que ir en contra de ellos implicaría el calificativo de antipedagógico o antieducativo. Es uno de los principales problemas que incapacitan a los individuos a tomar decisiones por sí mismos, su perspectiva es lineal y debe ser multidimensional y multifactorial atendiendo en todo momento una prospectiva social y una autonomía educativa e instruccional.

3.  Existe una ausencia de un pensamiento lógico proposicional, basado en el razonamiento como unidad fundamental en la construcción de un pensamiento formal y dialéctico, cuyos criterios de verdad permitan la disertación y la construcción epistémica de un pensamiento científico. Las disertación, de esta manera, determina la capacidad argumentativa que se tiene en un diálogo entre dos o más estructuras lógicas de pensamiento, lo que permite generar procesos de razonamiento mediante silogismos con criterios de verdad proposicionales. Este es el desafío de enseñar a pensar, donde la educación como concepto filosófico se perfila por encima del instruccionalismo operario del libre mercado.

4.  Existe ausencia de una jerga que denote la incorporación lingüística propia de las áreas disciplinarias en los estudiantes egresados de los diferentes niveles instruccionales, ya que en contraparte existe un bagaje bastante reducido de un vocabulario común y corriente, emitidos de manera arbitraria y que de ningún modo precede a procesos sinápticos superiores de la construcción de un léxico, esto se deriva de un sistema de instrucción pública que aspira a ser educativo. Si a esto, le aunamos la ausencia de procesos disertivos y el fortalecimiento del analfabetismo funcional de un lenguaje no decodificado, entonces tenemos a jóvenes que evidencian todo, menos haber asistido a una instrucción escolar. Predomina el libre mercado y el instruccionalismo operario por encima de la filosofía educativa.

5.  Existe en los procesos aptitudinales y actitudinales del estudiante, una falta de integración axiológica acorde a la edad y a las responsabilidades generadas por el nivel de estudios, lo cual generan irresponsabilidad en el cumplimiento de sus quehaceres intelectuales y sociales. Generando así, problemas de carácter, entendiendo éste como la manifestación de la rebeldía como fenómeno social y la incapacidad de entender el redimensionamiento moral como inserción al pensamiento social y autogestivo. De tal forma que la rebeldía manifiesta una incongruencia entre la llamada autoridad moral y la formación integral del estudiante. Se regresa una conducta basada erróneamente en supuesto instruccionalismo. Lo cual es debatible, dada la falta de integración educativa en el mismo.

6.  Existe en la inversión de capital humano, una falta de congruencia, lo cual es prioritario en un sistema social capitalista emergente como el nuestro, ya que implica un proceso de inversión cognitiva; sin embargo, basado en una dinámica procedimentalista se da prioridad a un producto, eso implica no manejar temporalidades y al alumno se le ve precisamente como un sujeto que es capaz de producir productos y no procesos; es decir, capaz de desarrollar actividades conforme a instrucciones, sin capacidad de reflexión o análisis, salvo que sirva para fomentar y desarrollar técnicas de productividad acelerada. De ahí que sea importante diferenciar conceptualmente los términos de Adiestramiento, Instrucción y Educación.

7.  Existe en las actividades cotidianas académicas áulicas o extra áulicas un desafío intelectual de los discípulos sobradamente manifiesta en la no aceptación de la autoridad moral e intelectual de quien detente el poder como tal, que de no ser aceptada, implica enfrentarla y con ello deviene una lucha de autoconciencias cuya aniquilación se ve manifiesta a través del sabotaje áulico, la rebeldía instruccional operativa o la marginación del estudiante, siendo la indisciplina uno de los principales obstáculos epistemológicos en el ejercicio de la autoridad y de la construcción de conocimiento. Proceso de que deviene de la lucha de poder de autoconciencias en términos hegelianos. Se regresa uno a la lucha entre instruccionalismo y educación.

8.  Existe en el sistema escolarizado mexicano una clasificación que está sustentado en el sistema piagetiano, de tal forma que la organización curricular oficial no responde necesariamente a los ritmos de aprendizaje de un estudiante ni a los niveles de los llamados estadios operativos que a bien se ven reflejados en los mapas curriculares y en la clasificación escolar de los niveles educativos. Mucho menos se acepta la adecuación curricular a las condiciones geográficas de las comunidades, ni a la percepción antropológica de comunidades autóctonas, rurales o urbanas. Más en cambio, adoptan erróneamente un sistema instruccional basado en un coeficiente de competitividad de producción acelerada en una economía de mercado conforme a estándares homogéneos sin capacidad de distinguir la heterogeneidad de los individuos y de sus respectivas capacidades, supeditado los estadios llamados cognitivos a un sistema de clasificación operativo  por edades. Es decir, se le da prioridad a un sistema instruccionalista por encima de la educación.

9.   Existe en la realidad educativa una conducta basada en la negación de procesos integrales de aprendizaje y también de enseñanza, de aprendizaje porque existen mecanismos de defensa para la aceptación de nuevas ideas que recreen nuevos procesos epistémicos, se tiene resistencia a nuevos conocimientos y se niega la posibilidad de conocer algo distinto al pensamiento esquemático de la idiosincrasia familiar y social. Las estructuras lógicas de pensamiento de la idiosincrasia familiar se resisten al cambio paradigmático de una nueva cosmovisión sobre todo si está sustentada en el avance de los conocimientos científicos. De enseñanza porque al menos distingo cinco perfiles que deberían estar integrados en toda disciplina instruccional y educacional que a bien enumero a continuación y que la mayor de las veces existe resistencia para poder incorporarlos, pero que considero necesario para la retroalimentación de procesos integrales de enseñanza: Perfil Pedagógico-Didáctico, Perfil de Dominio Disciplinario, Perfil Filosófico-Ontológico, Perfil Informático y Perfil Político, Jurídico y Social. Estas resistencias se ven sobradamente ejemplificadas en la cultura popular, ya sea del docente o del discente y es producto de un pensamiento esquemático acorde al sistema instruccionalista mal comprendido.

10. Existe en las relaciones coexistenciales, ciertos actos de supervivencia que corresponden necesariamente a una conducta social no redimensionable en procesos de adaptación social de las diferentes esferas de convivencia, eso ocasiona fracasos y marginalización en la mayoría de los seres humanos, pues aquellas conductas que son naturales en un lugar y circunstancia, en otros momentos se convierten en antinaturales y ocasionan serios obstáculos para el coeficiente de comunicabilidad y adaptación social. Generando actitudes antisociales y marginales, incluso xenofóbicas, así como un conjunto de sentimientos de frustración y de inadaptabilidad social cuya consecuencia es el fracaso académico, laboral, familiar o social y definitivamente la resistencia a pertenecer a un grupo social, llámese escuela o familia. 

11. Existe un individualismo que se deviene en sí como valor inconmensurable intrínseco del sistema de capital  y hace de la actitud del hombre postmoderno una actitud antisocial basada en la ley de la supervivencia, de la adaptabilidad y de la lucha instintiva, sujeta a las leyes de la naturaleza económica y comercial, no es propiamente humana que varía de acuerdo a las condiciones en que tenga que sobrevivir. No existe razón, comprensión, lastima, cooperación, fraternidad, amor, integridad, justicia, libertad, etcétera, tan solo una desgarradora relación con fines de lucro o plusvalía, vivir en un sistema de capital es tener claro dicha relación para no sucumbir en esa absurda relación casuística comercial y evitar los sentimientos de frustración y fracaso. 

12.  Existe en nuestra sociedad una fuerte restricción que condiciona la conducta humana y opera en un ambiente conductista condicionada por estímulos y respuestas, todo lo que nos rodea tiene que ver con este precondicionamiento cultural, no tenemos capacidad de autogestión, de autonomía, se establecen criterios donde el individuo actúa por premio o castigo, eso implica que la mayoría de las ocasiones no existan mayores posibilidades de autogestión, todo se centra en respuestas unilaterales y predefinidas, el único estímulo que existe no es el de la vocación, sino el de la recompensa económica o el de estatus social. No existe educación, solo una percepción de la realidad económica como acto de supervivencia. 

13. Existe una sociedad capitalista que integra en su dinámica, procesos de supervivencia social, donde los impulsos vitales y naturales afloran en la conducta del hombre a través de sus instintos y de las pulsiones (Lacan, 1956) emocionales que se asocian a una lucha sin cuartel apto para el acto de la supervivencia, actitud que es controlada por condicionamientos físicos, todos de carácter integral. Es decir, bajo los marcos institucionales del poder, todos los actos de los individuos están regulados por un precondicionamiento semiótico (Vigotsky, 2010) que determina su conducta, todo está condicionado por estímulos y respuestas, premios y castigos. (Pavlov, 1927).  La sociedad contemporánea tiene controlada la actitud del individuo a través de estímulos visuales, concretos y abstractos, y en lo último de los casos en el uso privativo de la libertad, mediante el encarcelamiento. Todas las acciones de los individuos, en una sociedad de masas, están condicionados por fuerzas de coerción independientes a su voluntad.

CONCLUSIONES

 

El proyecto neoliberal tiene un paradigma enteramente pragmático. Los proyectos educativos se impactan con una gran barra de contención, ya que la construcción del conocimiento es un proceso que requiere sentir, experimentar, crear, tiempo, pensar, meditar, reflexionar y en el hombre moderno todo está medido, todo tiene reloj de registro, esta en el subconsciente y también en la realidad, somos seres condicionados y respondemos a estímulos inconscientes en cercos conductuales, nuestra sociedad, está sobradamente matizada y maquillada, tiene una forma que presentar y una forma de vida que enarbolar.

En los procesos cognitivos pasa lo mismo. La certidumbre científica tiene que ver  con la capacidad de asombro. Los llamados métodos científicos pragmáticos hacen todo, menos darse el tiempo de observar. Los procesos cognitivos tienen que ver con la sensibilidad. Con los tiempos que te das, con los momentos que detienes para poder apreciarlo.

Dentro de la división internacional del trabajo, somos un país eminentemente técnico-manufacturero y que cada día se está impulsando más a través de las políticas macroeconómicas, pues se incentiva al técnico y no al investigador; y se forman "expertos procedimentalistas" que fortalecen el “instruccionalismo académico”. De ahí que se hable del llamado “Milagro Asiático” como el paradigma económico que debemos seguir. Donde millones de jóvenes se ven eclipsados en sus expectativas laborales ante la demanda laboral alta y la oferta de trabajo baja.

El sistema de escolaridad mexicano se está acondicionando a la llamada teoría del capital humano de Gary Becker, donde el rendimiento económico de la fuerza laboral es base consustancial del libre mercado; ya que se busca la inversión en lo que denomina “Teoría del Capital Humano”; de ahí que erróneamente se confunda el concepto de educación con instrucción; entonces, se instruye para el mercado, pero se debe educar para la vida. La educación es un concepto filosófico que engloba todo el quehacer humano y los diferentes roles que juegan los actores de la sociedad en las diferentes comunidades (religión, medios de difusión masiva, familia, escuela o institutos, trabajo, amigos, tribus urbanas, etc.)  y que están inmersos en el proceso educativo. Mientras que la instrucción sólo implica aquellas instituciones que instruyen para algo; sea técnico o lógico procedimentalista. Y la instrucción pública o privada no escapa a ello.

Las llamadas competencias o perfil de egreso; son el resultado del desarrollo integral de las habilidades cognitivas (siempre considerando el fortalecimiento de los procesos cognitivos de pensamientos complejos superiores en ambos hemisferios del cerebro); de las destrezas psicomotrices (como el desarrollo de motricidad fina y gruesa, dependiendo el área del conocimiento en el que se está inmerso). Así, las habilidades y destrezas forman las aptitudes; y en conjunto crean capacidades profesionales o laborales (las cuales se miden en el libre mercado al enfrentarse a otras capacidades); y aunado a una “formación integral valoral” forman actitudes; generando así las llamadas competencias para la vida. Ya que si alguien va a ser competente lo será en la medida que salga “exitoso y sea eficaz” en un sistema de mercado abierto.

El sistema de escolaridad mexicano de Educación Básica está adaptado y estructurado por niveles cognitivos (sistema piagetiano), bien o mal aplicado; lo cual implica sustentar los procesos integrales de aprendizaje y enseñanza,  en un libro de texto descentralizado de contenidos curriculares; basado en un sistema secuencial de contenidos programáticos y de aplicación pedagógica de contenidos eminentemente abstractos y formales. Esto implica, entre otras cosas, una cosificación de las relaciones pedagógicas (Kosik, 1967); ya que a los profesores lo que les interesa es acabar un ciclo escolar con el llenado debido del libro de texto, y no importando si los niños saben leer o escribir, investigar o sistematizar, analizar o sintetizar, etc. Pero el proceso no acaba ahí, pues al igual que se explica y se analiza la “fuerza centrípeta”  en la inercia de los cuerpos en la Física de las Leyes de Newton; también se analiza la dinámica educativa que impera en un sistema económico-social y que funciona igual que una fuerza centrípeta solo que en los docentes; los cuales giran alrededor de un Plan de Estudios y de los Programas de Estudio. Aquí surgiría la pregunta basándonos en esta analogía de la Física Newtoniana, ¿en qué momento se aplicaría una fuerza centrífuga? 

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